Todos queremos amar y ser amados. Pero amar no es sufrir. Amar no es poseer ni que sientan celos por mí. Amar es algo mucho más sutil, desinteresado y desapegado de lo que imaginamos. Amar se relaciona más directamente con la felicidad.
El que ama y no necesariamente el que es amado, es feliz. ¿Significa que el amor nace de la felicidad? Profundicemos un poco en este tema del amor puro.
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¿Qué es el amor más puro?
Desde hace miles de años el ser humano ha querido saber qué es el amor puro y verdadero, amor incondicional. No solamente queremos saber qué es, sino sentirlo y recibirlo.
Sin mucha dificultad podremos darnos cuenta que casi todas las historias, novelas y canciones que nos presentan los medios, tienen que ver con el amor. Pero allí solamente nos presentan una clase de amor: el amor de pareja.
Sin embargo, existen muchos otros tipos de amor, como el maternal, el fraternal y el amor a Dios, o simplemente a toda la existencia. Cualquiera de ellos puede llegar a volverse un amor puro. Todo está en nuestra decisión y en nuestra voluntad.
Pero, ¿qué es el amor más puro?
En el siguiente apartado explicaremos mejor cuándo el amor se transforma, evoluciona, y pasa de ser un amor común y corriente, a un amor verdadero y puro. Amor puro significado.
¿Cuándo el amor es puro y verdadero?
En todos los casos, sea amor de pareja, amor maternal o amor fraternal, el amor puro es cuando se ama sin esperar nada a cambio. Es amar totalmente sin importar lo que diga o haga la otra persona. Es ser feliz con la felicidad del otro.
Pero esto no es lo que ocurre en la mayoría de las personas. Entonces… ¿cuándo el amor es puro y verdadero?
Muchos deseamos ser queridos, ser amados, recibir cariño, aprecio, admiración y sentirnos atractivos. Pero pocas veces nos preocupamos por demostrar lo mismo a los demás y, cuando lo hacemos, es para retribuir este gran favor que se nos está haciendo, o para no perder a la persona que nos da tantos privilegios.
Y, si la otra persona deja de darnos todas estas muestras de amor, entonces el supuesto amor puede transformarse en indiferencia, en molestia, e incluso en odio.
Eso significa que nuestro amor no era real, era solamente un apego a todos esos placeres, era una gran necesidad de sentirnos mimados y atendidos, como un bebé necesita la atención de su mamá. Entonces no existen frases de amor de verdad.
Otros creen que el amor puro es cuando aman tanto a una persona, que si esta persona los rechaza, se sumergen en la angustia, la tristeza, la frustración, la depresión y la agonía. Son capaces de morir o incluso de suicidarse por una persona a la que dicen amar, y por la que se sienten rechazados.
Esto tampoco es amor puro. No están amando: están necesitando ser amados, y ambas cosas son muy diferentes.
¿Qué es el amor verdadero?
Para entender qué es el amor verdadero, debemos aclarar que no es la necesidad de atención, ni de recibir la admiración de los demás. El verdadero amor frases. El amor verdadero solamente puede emanar de un ser que se siente feliz consigo mismo, feliz de vivir y agradecido con todo lo que lo rodea.
Tanto así, que no le preocupa en lo más mínimo si las demás personas lo aman o lo odian, se siente tan contento de estar existiendo en este mundo, que todo lo que ve y lo que oye es agradable, es hermoso.
Esta persona ama todo. Siente amor por todos los seres vivos, por muy pequeños que sean, porque son parte de su vida. Frases de amor verdadero y eterno. En este caso, todas las personas, con sus comportamientos agradables o desagradables, son también hermosas y son amadas igualmente.
Ese es el amor verdadero, el amor puro. No importa si los demás nos dan lo que pedimos, si los demás nos aman o nos odian, estamos tan felices de estar viviendo nuestra vida, estamos tan contentos de tener la oportunidad de existir, que, lo que los demás hagan o digan, no nos afecta.
Amamos a todos por igual. Esto no quiere decir que no podamos tener a alguien especial a nuestro lado, una persona a la que le demostremos en mayor medida nuestro amor. Sí, puede existir alguien especial. Y si esa persona nos corresponde también con amor, entonces seremos una pareja feliz.
Pero si esa persona no nos corresponde, dejamos que siga libre su camino, porque no la necesitamos para ser felices: ya somos felices. Luego vendrá otra persona, que quizá nos mueva a expresarle nuestro amor, y quizá en ese caso sí tengamos suerte.
Lo importante es tener claro que ninguna persona, de por sí, es indispensable para nuestra felicidad, pero si alguien acepta nuestro amor y compañía, compartiremos juntos la alegría de vivir. Esto es el verdadero amor puro.
¿Cómo lograr el amor incondicional?
Entonces, ¿cómo lograr el amor incondicional? Para esto no existen técnicas complejas, ni comportamientos pre-fabricados, ni trucos de atracción, ni cirugías estéticas, ni adquisición de grandes riquezas o conocimientos.
Tampoco podemos exigir el amor incondicional de los demás, porque podemos forzar cualquier cosa en el universo, menos al amor.
El amor nace solo. El amor es espontáneo. Emana desde lo más interno de cada ser y desde allí se expande hacia afuera, hacia el mundo. Frases del amor puro.
El ejemplo más claro de amor incondicional es el de una madre con su bebé. El bebé no tiene dinero, no tiene conocimientos, ni talentos especiales, no le dice palabras bonitas a la madre, incluso puede ser feo, pero su madre lo adora más que a nada en el mundo.
El bebé puede llorar y hacer pataletas, y la madre se puede molestar, pero lo sigue amando, porque es su bebé. Por su parte, él también adora a su madre, sin saber por qué. Su mente todavía no está pensando en la conveniencia de agradar a su madre para que lo alimente, o para que no lo abandone. Simplemente la ama, sin ninguna razón.
Pueden existir frases de amor verdadero y puro, pero la pregunta es: ¿Podemos lograr que alguien nos ame incondicionalmente? La respuesta es no. Nosotros no podemos hacer que alguien nos ame incondicionalmente, porque el amor no puede ser forzado o manipulado por ninguna astucia, táctica o técnica, por muy elaborada que sea.
Debe ser la otra persona quien decida amar incondicionalmente desde lo más profundo de su ser. Pero no será por algo que nosotros hagamos, sino porque esa otra persona ha hecho evolucionar su conciencia a un punto tal, que ha logrado el amor incondicional, que es el amor puro y verdadero al cual nos referimos antes.
Lo que sí podemos es amar incondicionalmente nosotros a los demás. Es nuestra decisión, sin que nada nos fuerce a ello. Y al hacerlo, el amor que brota de nosotros contagiará a muchos de nuestros seres cercanos, y posiblemente ellos también comiencen a amar incondicionalmente.
Así, la humanidad habrá pasado a un nivel superior en la evolución de su conciencia.
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