En este artículo vamos a hablar de algo que no es del todo conocido, vamos a hablar de una corriente del cristianismo que procede de San Ignacio de Loyola, una de las figuras más importantes de esta religión, así que no te pierdas todo lo que te queremos contar sobre la espiritualidad ignaciana.
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¿Qué es la espiritualidad ignaciana?
Lo primero de lo que vamos a hablar es sobre qué es la espiritualidad ignaciana, ya que es el primer punto por el que tenemos que pasar para entenderlo todo.
La espiritualidad podríamos decir que es aquello que nos lleva a entender nuestro mundo y a canalizar todos esos sentimientos y energías que tenemos y que experimentamos a diario. Por lo tanto también es la energía que a muchos nos mueve y que nos ayuda a ser mejores y a intentar superarnos día a día.
A algunos esta llamada viene de Dios, pero para otros no tiene por qué ser así, lo importante es simplemente esa necesidad de mejorar a diario.
Pero en este caso, al estar hablando de la espiritualidad ignaciana debemos hablar del cristianismo. Y es que en función de la congregación en la que nos encontremos existen espiritualidades diferentes, franciscana, josefina, carmelita… Y en este caso hablamos de la ignaciana, la cual sigue las enseñanzas de San Ignacio de Loyola.
Esta espiritualidad es aquella en la que Dios habla y también nos pide que le respondamos, es para encontrar y para buscar lo que Dios desea.
San Ignacio de Loyola anima a orar de corazón, con todos los sentidos puestos en ello. Por ello también podemos decir que esta espiritualidad ignaciana es una forma de meditar.
¿Quién fue San Ignacio?
San Ignacio de Loyola nació en el año 1491 y fue un conocido militar y religioso de origen español. Desde siempre fue una persona muy religiosa y era muy afín a la iglesia católica, desde siempre tuvo una fe ciega en el papa y por ello obedecía todos sus mandatos.
Fundó la compañía de Jesús, la cual cada vez tuvo más personas en ella, tuvo un gran éxito y seguimiento.
Sus Ejercicios espirituales, publicados en 1548, tuvieron una gran influencia en la espiritualidad posterior a él, de hecho hoy en día siguen siendo fundamentales y siguen teniendo una gran repercusión.
La Iglesia católica lo canonizó en 1622 debido a que es considerado todavía a día de hoy como una de las personas más influyentes de toda la historia de la religión católica, y Pío XI lo declaró patrono de los ejercicios espirituales en 1922.
¿Cuáles son los ejercicios ignacianos?
En cuanto a los ejercicios ignacianos, debemos decir que San Ignacio de Loyola creía que los ejercicios espirituales debían ser hechos con todos los sentidos. Creía que eran el modo de examinar la conciencia y de meditar, de reflexionar sobre todo lo que tenemos a nuestro alrededor, de contemplar de verdad aquello que tiene importancia y por supuesto de orar y de comunicarnos con Dios.
Los Ejercicios Espirituales quieren que la persona pueda entrar en un proceso para construir una libertad para que las personas puedan elegir el modo de acercarse a Dios, un proceso que consiste sobre todo en la oración y en el silencio, es decir, en la reflexión y la meditación espiritual y religiosa.
Este es básicamente el resumen sobre la espiritualidad ignaciana, simplemente una corriente del conocimiento religioso como hay muchas otras. Una corriente que se basa en la comunicación con Dios, en la que podemos hablar con él y responderle.
Sobre todo basada en la meditación, en la contemplación y en la oración. Si te ha gustado no dudes en investigar todavía más en la figura de este hombre que tanta importancia ha tenido dentro de la religión cristiana.
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