Pilates para cervicales

Desde que apareció el llamado método pilates, hemos ido descubriendo poco a poco cuáles son todos sus increíbles beneficios, y aún a día de hoy vamos aprendiendo otros nuevos que nos encanta conocer para poder ponerlos en práctica.

En esta ocasión vamos a hablar del pilates para cervicales, y es que desde hace ya un tiempo se están descubriendo por qué este ejercicio es tan bueno para una de las partes del cuerpo más delicadas.

Así que a continuación no te pierdas todo lo que te queremos contar sobre las propiedades del pilates.

¿Qué son las cervicales?

Antes de comenzar con los beneficios del pilates sobre las cervicales, quizá deberíamos indagar en lo que son estas vértebras, y sobre todo en su importancia dentro del cuerpo humano. De ese modo podremos entender cuáles son las repercusiones y los verdaderos beneficios de este ejercicio.

Las vértebras cervicales son aquellas que se sitúan en el cuello, por lo tanto son las que permiten su movilidad. Están entre el cráneo y las vértebras torácicas.

Pero no pensemos que son como el resto de vértebras, ya que las separan muchas diferencias.

Los huesos que componen estas vértebras, son bastante más pequeños que el resto. Y es que la función de las cervicales es la de contener y proteger a la médula espinal, una de las partes más importantes del cuerpo humano. Y es que una lesión en esta médula es capaz de dejarnos tetrapléjicos, ya que es la encargada de trasmitir las corrientes nerviosas al cerebro.

Además las cervicales también soportan el cráneo y permiten que podamos mover la cabeza con normalidad.
Así que como puedes ver, son imprescindibles para el cuerpo humano, y debemos mantenerlas lo más sanas posible.

Pilates para cervicalgia

Ahora que ya conoces por qué deberías cuidar esta parte de tu cuerpo, te vamos a dar consejos y ejercicios para le rectificación cervical, y en general ejercicios para poder fortalecer cuello y hombros.

Cuando practicas pilates de forma correcta y con las posiciones adecuadas, son perfectas para fortalecer el cuello y los músculos de la zona de las cervicales.

De este modo vas a poder reducir la tensión que sueles soportar en esta zona, y te vas a sentir mucho más ligero.

Mantén una postura adecuada

Una de las mayores complicaciones a la hora de realizar pilates, es poder mantener una postura adecuada y correcta.

Pero que no te de pena perder tiempo en conseguir la postura perfecta, y es que de lo contrario podrías no solo no estar ayudando a tus cervicales, si no que podrías dañarlas todavía más.

Así que antes de avanzar, debes centrarte en las posturas básicas y en las posiciones a adoptar para que ninguno de tus músculos ni huesos sufran lo más mínimo.

No fuerces movimientos

Otro de los errores que debes evitar, es el de forzar los movimientos. No intentes avanzar demasiado rápido, y es que va a ser tu cuerpo el que te indique los pasos a seguir y el ritmo que debes adoptar.

Por ello si ves que alguna de las posturas de pilates te está costando, no la fuerces ni te obsesiones con ella.
Y es que poco a poco si sigues practicando, verás cómo te irá costando menos, porque tu cuerpo se habrá vuelto mucho más elástico y ya podrás hacerlo sin ningún tipo de problema.

No te centres solo en el cuello

Por último, aunque lo que quieras sea fortalecer el cuello y los hombros, no te centres por completo en esta zona, y es que para obtener los mejores resultados posibles, tienes que ayudar a todos los grupos musculares.
Si quieres hacer unos minutos más de cuello y cervicales, perfecto, pero no centres toda la rutina en esta zona ya que lo último que queremos es sobrecargarla más de la cuenta.

Así que si te duele esta zona o la notas más cargada de lo que debería, comienza ahora con las rutinas de pilates para cervicales, ya que en unas pocas semanas comenzarás a notar unos grandes resultados que te sorprenderán.
Eso sí, no olvides seguir estos consejos que te hemos dado, ya que de ese modo conseguirás fortalecer tu cuello, eliminando por completo esos molestos dolores de espalda que no te dejan vivir con normalidad.